Kill Bill Vol. 1 (2003)

Año: 2003
País: Estados Unidos
Dirección: Quentin Tarantino
Reparto: Uma Thurman, Lucy Liu, Daryl Hannah
Productora: Miramax Films
Ficha doblaje: Ficha de Kill Bill Vol. 1

Quentin Tarantino nos presenta una historia de venganza sin precedentes. Y tal y como me esperaba desde su estreno hasta la primera vez que la ví (pasó un año más o menos) es una excusa para mostrar sangre y violéncia a alto niveles por doquier.

Uma Thruman interpreta el papel de La Novia, que en el dia de su boda es vilmente masacrada, junto a los invitados y al novio, por sus excompañeros de trabajo, las Víboras Letales, un grupo de asesinos al que antes pertenecia ella misma. Los motivos de ésta matanza quedan en el anonimato en ésta película.

La película sigue un extraño orden de explicación de los hechos, empezando por el final y dando extraños saltos temporales hacia atrás y hacia delante, que finalmente deja perfectamente con la intriga para la segunda parte (Kill Bill vol. 2 que ya comentaré más adelante). Para los pobres desgraciados (como yo) que ven la película por primera vez y entienden poco (o nada) del mundo del cine desde el punto de vista del director, todo ello se convierte en una masa que no se sabé a ciéncia ciérta por dónde agarrar para definir la película.

Por supuesto, de principio a fin, quedan bien patentes dos cosas: las ánsias de La Novia por vengar su intento de asesinato y los continuos destrozos y derroche de salsa de tomate (sangre), para expresar la furia y la rabia que lleva dentro de si La Novia para Bill, y para sus lugartenientes y excompañeras de la própia protagonista.

Estos deseos de venganza llevarán a La Novia a viajar hasta el país del Sol Naciente para que el gran maestro Hattori Hanzo le fabrique una katana própia para acabar con uno de sus viejos alumnos, al que debe de tener algún tipo de rencor, pero que en la película no se explica.

Las escenas sangrientas se repiten y no paran. La más impactante, sin duda, la batalla casi hacia el final entre La Novia y el grupo mafioso japonés, en el que el uso del blanco y negro (como en las antiguas películas) consigue que la masacre parezca menos de lo que es, hasta que el color vuelve y se desvela la escena final del enfrentamiento. Lo cual no quita que seamos testigos de otras desagradables (aunque eso no significa que sea malo) escenas de miembro cortados, e incluso cabezas.

LO MEJOR: