12 hombres sin piedad (1957)

Año: 1957
País: Estados Unidos
Dirección: Sidney Lumet
Reparto: Henry Fonda, Lee J. Cobb, Jack Warden
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer, Orion-Nova Productions
Ficha doblaje: Ficha de 12 hombres sin piedad

Basada en una obra de teatro de Reginald Rose, 12 hombres sin piedad narra la historia de un jurado compuesto por 12 miembros, los cuales tienen que decidir la culpabilidad o la inocencia de un chico que presuntamente mató a su padre.

Sin embargo, el quid de la cuestión no es si es culpable o inocente. Hay mucho más detrás. La vida del chico está en juego, pues si se le declara culpable, será condenado a la pena de muerte. Detrás de esos 12 hombres que no tienen ninguna relación entre si, se encuentra la vida del chico, que depende de ellos. 12 hombres. Once lo encontrarán culpable por todas las pruebas y testimonios aportados. Sólo uno creerá en su inocencia por un motivo: la duda razonable.

La película gira en torno a esa duda razonable. Por un lado, tenemos al grupo, encabezado por Henry Fonda (y en un principio, su único miembro) que cree que mientras exista una duda razonable acerca de la culpabilidad del chico, este no debería ser declarado culpable. Por otro lado, el segundo grupo, compuesto inicialmente por la mayoría del jurado, defenderá su culpabilidad basándose en los argumentos dados durante el juicio. Poco a poco, el grupo de la duda razonable irá incrementando, mientras Henry Fonda va argumentando sus dudas acerca de los diferentes testimonios.

Detrás de cada persona encerrada en la sala, podemos encontrar muy claramente definidos distintas personalidades y caracteres, que a menudo chocan frontalmente entre si. Cada uno de los miembros del jurado, cuyos nombres quedan en todo momento escondidos y únicamente son nombrados por el número según como se sentaron durante el juicio, dejará a la vista su personalidad e ideología mientras argumentan sus posturas.

Sencillamente, decir más sobre la película seria entrar en el peligroso camino de los spoilers. Simplemente hay que verla, pues aunque parezca un tocho una película que durante toda su hora y media se desarrolla únicamente en una habitación con los mismos 12 personajes, nos abre los ojos y nos demuestra que no se necesitan grandes espacios abiertos ni emplazamientos con celestiales fotografías, ni efectos especiales varios a cual más espectacular para crear una obra de arte en estado puro.

LO MEJOR: