Quiero comerme tu páncreas (2018)

Año: 2018
País: Japón
Dirección: Shin’ichirô Ushijima
Reparto: Animación
Productora: Studio VOLN
Ficha doblaje: Ficha de Quiero comerme tu páncreas

Primer largometraje animado de Studio VOLN, cuatro años después de su creación, y también del director Shin’ichirô Ushijima.

En la sala de espera de un hospital un joven encuentra un diario de una chica llamada Sakura, quien se lo ha olvidado allí. En él, tal y como el chico ha leído, relata su enfermedad de páncreas y cómo quiere afrontar la vida. Sakura decide que su nuevo amigo será su confidente en la enfermedad y decide pasar el mayor tiempo posible con él.

Estamos ante un relato romántico, pero no entendido como amor de pareja. Aquí se toca un tipo de romance más metafísico e inexplicable, el que se construye mediante el tiempo, la confianza, las palabras e, irónicamente, las no-palabras: detalles, acciones. Se trata de un amor introspectivo, de descubrimiento personal a través de la relación con otra persona. No hay besos ni declaraciones de amor directas.

Ambos protagonistas presentan diferencias muy marcadas en su carácter y forma de ver la vida. Sin embargo, son más parecidos de lo que parecen a simple vista y poco a poco irán descubriendo esas miradas al mundo que les unen. Los dos evolucionan según van formando un vínculo más personal entre ellos, pero lo interesante es que estas evoluciones se enfocan de formas diferentes: mientras que la de él es escalonada y presenta, la de ella es más retrospectiva.

En esta visión más retrospectiva se nos muestra su actitud frente a los demás sobre su situación y su enfermedad y no se nos mostrará sus cuestiones más personales, sus miedos y perspectivas más negativas hasta más avanzada la película, justo en el momento de mayor apogeo en la relación intrapersonal entre ambos, creando así el drama principal de la cinta.

Como siempre en estas producciones, la animación es la clave para que la historia funcione, no solo en la creación gráfica de los personajes (que es muy buena y representa estupendamente a los dos protagonistas principales), sino también en la presentación de los escenarios y, sobre todo, en la paleta de colores. Compaginado con la protagonista, Sakura (que en japonés significa cerezo), la película se llena de tonalidades rosas y pastel no muy estridentes, pero también usa tonos oscuros e íntimos para los momentos más íntimos.

Una bonita y dramática historia con una excelente presentación gráfica que nos hace descubrir una perspectiva diferente de la vida y cómo enfocarla aunque no estemos enfermos.

LO MEJOR: