Viva la libertad (2013)
Año: 2013
País: Italia
Dirección: Roberto Andò
Reparto: Toni Servillo, Valerio Mastandrea, Valeria Bruni Tedeschi
Productora: CDI Films
Ficha de doblaje: No disponible
La crítica política es uno de los temas más recurrentes del cine italiano actual. En esta visión de Andò, se da un pequeño giro a esta crítica.
Enrico Oliveri es el secretario general del partido de la oposición en Italia, la izquierda conservadora, que, en plena campaña electoral, goza de su peor momento de popularidad social. Abrumado por las críticas que cada vez son más notorias, Oliveri decide huir sin dar explicaciones a nadie para desconectar de todo esto.
Andrea Bottini, el asistente de Oliveri, busca desesperadamente una alternativa, pues sabe que si se descubre la repentina desaparición del político, no solo su imagen acabará hundida sino también la de su partido; por lo que decide recurrir a su esposa. Esta le comenta que habla con el hermano gemelo de Oliveri, Giovanni. Pero le advierte que ha salido recientemente de una institución mental.
Bottini descubre el enorme parecido físico entre ambos hermanos y se propone hacer que Giovanni suplante a Enrico, pero quien empieza el juego es Giovanni cuando un periodista le confunde con Enrico para una entrevista y este la responde… a su manera.
Pronto Giovanni muestra tener más carisma hacia las masas al no tener mentalidad política y las opciones de victoria de su partido político suben como la espuma. Giovanni demuestra un gran don de palabra y una firmeza en todo lo que dice que hace que la gente crea realmente que un cambio es posible. Mientras, su hermano Enrico sigue la situación esporádicamente mientras sigue refugiado del mundo político en Francia con una vieja amiga suya.
La película llega en un momento bastante ideal, cuando la política mundial está siendo cuestionada por la sociedad que confió en ella. Aquí se muestran las dos caras (en una sola llevada por un excelente Toni Servillo, conocido en España recientemente por La gran belleza): la del político que vive en su mundo de «casta» (palabra que ha vuelto al habla mundana como lo hiciera en su momento «talante»), y el de una persona de la calle, por muy mal que esté (o estuviera) de la cabeza.
Pese a la definición de drama, el film contiene partes de comedia, precisamente por esta dualidad entre los hermanos: el político que habla con su jerga de palabras vacías y obscuras y el intelectual que usa la retórica y la poesía. Giovanni es capaz de dar la esperanza que su hermano enterró haciendo lo que se supone que sabe hacer. No se trata de un humor desternillante, sino de un humor un poco más sutil, de formas y de guiños.
No obstante, se queda solo en esto. Quizás porque se esperaba una crítica más cruda a la clase política hasta llegar a los puntos más oscuros, los que estan empezando a aparecer precisamente ahora en la prensa. Pero esta no llega y deja la película un poco colgada. Además, la evolución de Enrico durante su destierro voluntario tampoco esta lo suficientemente elaborada para el final en el que desemboca, pues queda algo coja y es como si se esperara a terminar para sacarlo todo.
Película entretenida que se queda un tanto coja en su intención crítica, pero no por ello pierde entretenimiento.
LO MEJOR:
- Toni Servillo hace un excelente papel de dualidad.
- Pequeños toques de humor que le dan vida a la película.
- Una historia muy buena para los tiempos que vivimos.
LO PEOR:
- Las historia paralela del hermano exiliado no parece bien construída para el final que se nos presenta.
- Quizás se esperaba que fuera una crítica más bestia contra la política moderna. Queda bastante light, sin entrar en temas más oscuros.