Nosferatu (1922)
Año: 1922
País: Alemania
Dirección: F.W. Murnau
Reparto: Max Schreck, Alexander Granach, Gustav von Wangenheim
Productora: Prana-Film GmbH
Ficha doblaje: Película muda
Una de las primeras y más famosas producciones de terror de la historia del cine que casi queda totalmente olvidada debido a problemas legales.
Thomas Hutter trabaja en una inmobiliaria en la ciudad de Wisborg. Su jefe lo envía a Transilvania donde se ha de encontrar con el conde Orlok, un aristócrata local que está interesado en adquirir una propiedad en Wisborg. De camino al castillo del conde, los aldeanos le advierten que no se acerque al castillo, pero Thomas no les hace caso.
Thomas llega al castillo de noche y se reúne con el conde. A la mañana siguiente, descubre dos marcas en el cuello pero le resta importancia.
Estamos ante la primera producción que adaptaba la historia de Drácula creada por Bram Stoker. Y no estuvo vacía de polémica, pues la viuda de autor demandó a la productora por el evidente uso de la obra de su difunto esposo sin autorización y el tribunal le dió la razón. Todas las copias de la película fueron destruídas. Consiguió salvarse porque la película se exportó a otros países y esos negativos perduraron.
La película pertenece al movimiento del expresionismo alemán, que se caracterizaba por el uso de escenarios con formas imposibles donde el director mostraba su punto de vista de la realidad. A diferencia de otras cintas del movimiento que se centraban mucho en el uso de escenarios, esta ofrece una variedad de filmaciones en espacios naturales.
El personaje del conde Orlok forma ya parte del imaginario del cine de terror clásico. Max Schreck hizo un excepcional trabajo de caracterización poniéndose en el papel de un vampiro. Lejos de otras imágenes que vendrían más adelante del vampiro elegante como el de Bela Lugosi o Cristopher Lee, la respulsiva figura de Orlok es mucho más tétrica y lánguida.
La pasión y la intriga estan fuertemente marcadas en esta película, cuyas interpretaciones son la clave para expresar esas emociones, a falta de diálogo. En esta película en especial, el uso de las sombras refuerzan la sensación de terror al espectador.
Para los amantes del cine clásico, una obra maestra sin precedentes. Para los curiosos, una pieza del pasado cinematográfico a tener en cuenta.
LO MEJOR:
- La caracterización del conde.
- La tensión dramática.
- Los escenarios.
LO PEOR:
- Muy difícil de ver para el espectador moderno.