La guerra de los mundos (1953)

La guerra de los mundos (1953)

Año: 1953
País: Estados Unidos
Dirección: Byron Haskin
Reparto: Gene Barry, Ann Robinson, Les Tremayne
Productora: Paramount Pictures

Ficha doblaje: Ficha de La guerra de los mundos

Primera película basada en la famosa novela de H.G. Welles y que Orson Welles hizo famosa en 1938 con su interpretación radiofónica.

Cerca del pueblo de Linda Rosa, en California, un objeto cae del cielo y queda enterrado debido al impacto. El cientifico Clayton Forrester que se encontraba de vacaciones por la zona, se acerca a investigar y conoce a Sylvia Van Buren ya su tío, el pastor Matthew Collins. Estos deciden investigar cuando el objeto se haya enfriado de la fricción.

Más tarde, aquella misma noche, una parte del meteorito se desenrosca y de él sale y una antena curvada con un ojo. Los tres vigilantes se acercan a ella en son de paz para intentar comunicarse, pero esta les dispara un rayo calórico y los desintegra.

La Guerra de los Mundos es la película de ciencia ficción más famosa de la década de los años cincuenta, una época en la que se realizaron muchísimas cintas de temática similar, con invasores y naves espaciales de diferentes planetas e incluso galaxias. Muchas de estas producciones pasaron sin pena ni gloria en el género, pero ninguna alcanzó el éxito de esta.

El género se popularizó debido al contexto histórico. Nos encontramos en plena era de la guerra fría en la que ambos bandos viven con la paranoia de una invasión invisible por parte del otro, una invasión psicológica para apoderarse ideológicamente del país. Nada reflejaba mejor aquel miedo a lo desconocido, a la destrucción del propio status quo, que los alienígenas y su tecnología superior.

Y es que las claves de la Guerra de los Mundos son un guion sencillo, una historia ambientada en el presente para atraer la curiosidad de la gente y una presentación visual nunca vista en la época. El presupuesto fue uno de los más altos de los que disfrutó una producción del género de los marcianos. También ayuda el tratamiento del drama, que va creciendo a medida que la película avanza. Y a diferencia de otras películas de ciencia ficción hechas en los cincuenta, en esta todos los planes para detener la invasión no funcionan y todo queda a merced de factores externos.

Otro factor diferenciador de la película es que, en la parte visual, se dejó atrás el tópico de los platillos volantes con forma literalmente de plato y se decidió por una forma más aerodinámica, conocida como la forma de pez manta, colores verdes intensos y un cañón láser en la parte superior que hace que las propias naves parezcan seres vivientes. Sobre el diseño de los marcianos, aunque este es un poco cutre, hay que reconocer su originalidad al alejarse de otro tópico como es el del ser de aspecto humanoide con un gran cráneo y nos presenta a unos seres con unos ojos con tres pupilas de diferentes colores.

Estos factores externos sirven como moral de la película para hacernos ver que el tamaño y el poder no importan, sino la eficiencia. En este caso, las bombas y las balas son incapaces de penetrar los escudos de las naves alienígenas, pero las criaturas más pequeñas de nuestro planeta pueden derrotar a sus pilotos.

En apenas hora y media la película toca diferentes temas, tanto morales como humanísticos. La ciencia y la religión están muy presentes durante el metraje. La parte científica aparece desde el principio de la película con una introducción sobre las condiciones climatològicas de varios planetas del sistema solar y por qué la Tierra es el único planeta lógico para invadir. Por otro lado, la religión sirve como apoyo a la humanidad cuando la fuerza de las armas frente a los invasores falla. Además el último refugio de los humanos son las iglesias, donde esperan el amparo de Dios.

Los personajes son bastante planos y algo exagerados, algo muy típico de las actuaciones más teatrales de la época. Además, apenas tienen evolución durante la historia. No obstante, no es una película que requiera de ello, ya que la misma se centra más en la invasión propiamente que en profundizar en sus protagonistas. Estos se implican en el intento de destrucción y posterior evacuación de las grandes ciudades ante la inminente derrota.

Un clásico de la ciencia ficción que fue el más taquillero de 1953. Visualmente buena incluso para los estándares actuales y con un drama que nos mantiene en vilo en todo momento. Imprescindible.

LO MEJOR:

  • La historia.
  • Los efectos especiales.
  • El drama.

LO PEOR:

  • Hoy día no se aprecia tanto como cuando se estrenó.

admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *